El pollo al ajillo es un clásico en la cocina tradicional de España. Tanto es conque extraño es el bar o bien restorán que no cuenta con este plato en su carta, bien como tapa o bien como sugerencia en la mesa. El pollo al ajillo frito es un plato de cocina bien conocido alrededor del mundo.
Cocinar con pollo es muy satisfactorio, tanto por lo sencillo que resulta conseguir platos llenos de sabor como por la versatilidad que tiene cuando deseas darle un toque personal. Esta vez, deseaba hacer una receta tradicional de pollo al ajillo de la abuela, puesto que hay bastante gente que se pregunta de qué manera hacer un pollo jugoso por dentro y crujiente por fuera y que, a la vez, sea sabroso.
La primera cosa que tenemos que hacer es salpimentar el pollo. Para esta receta sirve cualquier parte del pollo, pero para que te quede jugoso con los tiempos que vamos a dar en esta receta vamos a usar los muslos.
Pasamos por harina todos los pedazos de pollo. Que queden bien rebozados puesto que será la harina la que le aporte esa textura crujiente cuando el plato esté listo.
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Para hacer la salsa, el ajillo, empleamos cuatro dientes de ajo sin pelar, y pelamos y picamos muy bien otros siete u 8 dientes.
En una cazuela ancha ponemos a calentar abundante aceite de oliva y echamos los ajos sin pelar. Los cocinamos a fuego medio, estando pendientes de que no se nos quemen. La idea es que queden caramelizados y que sirvan de aromatizante de nuestro aceite. Cuando vemos que están blanditos tras unos cinco minutos, los retiramos y reservamos.
Agregamos el pollo a la olla con el aceite ya aromatizado con el ajo y lo dejamos cocinar durante diez minutos, instante en el que le vamos a dar la vuelta a todos los pedazos.
Añadimos ahora todo el ajo picado y los dientes de ajo sin pelar que retiramos. Agregamos asimismo a la olla doscientos ml de vino blanco y cocinamos por diez minutos más. De este modo el pollo nos va a quedar crujiente.
Si no deseas incorporar vino o bien no tienes, puedes sustituir ese ingrediente por cerveza, te va a quedar igual de rico que con el vino.
Cuando presentéis el pollo al ajillo en el plato, no os olvidéis de echar salsa por encima de cada trozo. Aportará jugosidad y sabor y evitarás que te quede seco. Pero si sigues pasito a pasito la receta no tendrás problemas y el pollo te va a quedar jugosísimo.
Si deseas una salsita más espesa, pásala por la batidora antes de echarla en el plato. Cuando acabes de cocinar decide si la consistencia con la que te ha quedado te gusta o bien la prefieres un poco más espesa.
Con esta receta vas a sabes de qué manera hacer pollo al ajillo de una manera fácil y rápida y créeme que te va a quedar delicioso.